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¿Qué tipo de suelo es mejor para tu casa?

¿Qué tipo de suelo es mejor para tu casa?

¿Qué tipo de suelo es mejor para tu casa?

Elegir el suelo tiene una gran importancia, ya que este acabado tiene prioridad sobre el resto de elementos y no solo afecta visualmente a toda la vivienda, sino que además tiene un componente sensorial, ya que lo pisamos constantemente.

Piensa por un momento en la sensación al pisar un suelo de madera y otro de mármol, por ejemplo, varía drásticamente, desde la calidez del material al tacto, hasta el ruido que hace al pisarlo, cada material nos ofrece una sensación distinta.

Hay una gran variedad de materiales que podemos elegir como revestimiento de nuestra vivienda, pero nos vamos a centrar en los 5 tipos más comunes, como son la madera natural, laminados y vinílicos, baldosas, piedra natural y microcemento.

PAVIMENTOS DE MADERA NATURAL

Algunas de las maderas más usadas son el pino, haya, roble, arce, o el fresno, y dependiendo de ésta tendrá un tipo de veta y un tono base diferente. Si queremos un tono diferente, podemos utilizar tintes y barnices para conseguir el color, el tono y el brillo deseado.

Se trata de un material agradable sobre el que pisar descalzo y que desprende una gran calidez. En cuanto al ruido en la pisada, aunque esté muy tratada, siempre será un material natural y como tal sufre grandes dilataciones y contracciones.

No debe usarse si tenemos suelo radiante en nuestra vivienda, ya que dificulta el paso de la temperatura, haciendo la instalación de calefacción menos eficiente. Y al ser un material muy absorbente, no es recomendable usarlo en zonas húmedas, como baños y cocinas.

En cuanto al mantenimiento, requiere muchos cuidados y debemos evitar las fregonas o trapos húmedos para limpiar, y utilizar aspiradoras o mopas.

PAVIMENTOS LAMINADOS O VINÍLICOS

Los suelos laminados imitan el aspecto de la madera, pero con un mantenimiento mínimo. Contienen varias capas de muy bajo espesor y lo que vemos es, en realidad, una fotografía de alta resolución. Hay una gran variedad, no solo se hacen laminados y vinílicos de imitación madera, sino también de imitación de piedras, textiles o incluso metales.

Los suelos de vinilo son mucho más resistentes al agua y la humedad que los laminados y, una vez colocados, tienen un riesgo mínimo de rotura, ya que son más flexibles. Podemos limpiarlos con un paño húmedo, con una mopa de microfibras o usando algún producto específico para este tipo de suelo.

Si manchamos o rayamos algún tablón, no podemos lijarlo o acuchillarlo como con la madera, deberemos sustituir la pieza por completo, lo cual nos obligará a levantar varias piezas e incluso el rodapié.

PAVIMENTOS DE BALDOSAS DE GRES

En suelos de gres también encontramos una gran variedad. Podemos elegir casi cualquier diseño que queramos y las imitaciones de otros materiales cada vez son más sorprendentes, incluida la imitación de metales y maderas.

Si buscas fiabilidad, que el material no de problemas, el gres es tu elección. Los solados de gres son muy resistentes y se usan sin problemas en zonas húmedas, funcionan muy bien con suelos radiantes y son extremadamente duraderos. La versatilidad de este material es enorme y puede ser una solución perfecta en casi cualquier situación.

Prácticamente no necesita mantenimiento, una de las grandes ventajas. Para su limpieza, debemos evitar los productos abrasivos. Dentro de los tipos de gres, el porcelánico es el más resistente de todos, más resistente a la abrasión, a los golpes, a la humedad y con mayor durabilidad.

PAVIMENTOS DE PIEDRA NATURAL

Los suelos de piedra natural funcionan de forma muy similar a los de gres, son resistentes, aguantan la humedad, funcionan muy bien con suelos radiantes y pueden durar toda la vida.

En cuanto al mantenimiento, aunque la piedra es muy resistente y aguanta muy bien el uso intensivo, así como el agua, debemos tener mucho cuidado, porque conseguir una pieza idéntica a las de nuestro suelo para hacer una sustitución, puede resultar muy complicado.

Si el suelo presenta alguna ralladura o mancha es posible que podamos solucionarlo con un pulido.

PAVIMENTOS DE MICROCEMENTO

En este tipo de pavimentos, no hay mucho donde elegir. La única variedad que podemos aportar al microcemento es en el color, la rugosidad y el brillo, pero el tipo de acabado es siempre el mismo.

No obstante, el microcemento es muy versátil y una gran solución para el suelo de una vivienda, además de ser visualmente muy atractivo.

En cuanto al mantenimiento, sí hay que tener mucho cuidado para mantenerlo en buen estado. En los primeros días desde que se ejecuta el microcemento hay que tener extremo cuidado, evitando arrastrar nada por el suelo e incluso evitando limpiarlo. Pasado el primer mes, el material ya está asentado y podemos tener algo menos de cuidado pero debemos seguir siendo precavidos con la limpieza, usando jabones neutros y agua, y evitando cepillos con cerdas duras.

Para mantener el microcemento como el primer día, se recomienda aplicar cera cada cierto tiempo, reforzando el sellado del suelo y recuperando el brillo y color inicial. Si el microcemento se acaba dañando y necesitamos repararlo se puede echar una nueva capa sobre el suelo dañado para tener un suelo perfecto como el del primer día.